El fenómeno de El Niño genera consecuencias directas y concretas para la región de sudamérica, destacándose un
importante aumento en las precipitaciones por lluvias y tormentas en Argentina,
especialmente en el Litoral, NEA y norte de Buenos Aires. Por otro lado, se generan condiciones de sequía en el centro-este de Brasil.
Bajo condiciones de La Niña, en cambio, pueden esperarse lluvias por debajo de lo normal en el centro y noreste del País, con veranos cálidos y secos e inviernos fríos.
Lluvias
En los años que estamos bajo condiciones de El Niño, el cambio mas relevante en cuanto a lluvias para Argentina se observa entre la
primavera y verano,
y están asociadas a mayor cantidad de lluvias por sobre la normal en el Litoral, la región Pampeana y el noroeste de la Patagonia.
En el trimestre agosto-octubre las probabilidades de lluvias por sobre la media se ubica cercana al 50% y en el trimestre septiembre-noviembre las probabilidades superan el 60%
en el NEA y noreste de la Patagonia. En el
Litoral, Uruguay y el sur de Brasil en cambio esta probabilidad es superior, siendo entre el 60% y 70%.
![Consecuencias de El Niño en Sudamérica]()
Temperaturas
En los años bajo El Niño, el trimestre agosto-octubre tiene
temperaturas por encima de lo normal en el centro-norte del país, siendo las chances mas altas para
el Litoral y NOA con valores entre 60 y 70%. En el verano en cambio, las temperaturas tienden a ser normales o por debajo de lo normal en la región en condiciones de El Niño.
Riesgos asociados
En las zonas mencionadas con exceso de precipitación, el riesgo principal asociado es el de
inundaciones debido a la saturación de los suelos y la falta de absorción
como consecuencia del alto nivel de lluvias.
Por otro lado, aumenta la probabilidad de ocurrencia de
tiempo severo, incluyendo granizo, vientos dañinos y tornados en las zonas en donde estos fenómenos sean usuales,
debido al mayor componente de humedad en la columna de aire y su interacción con la cortante vertical.
(
Relacionado:
Pasillo de los tornados, pasado y presente)
En cambio, en regiones como la central de Brasil y parte de Norteamérica, las consecuencias son inversas, incluyendo sequías y temperaturas por encima de la normal en verano.
