Los pronósticos de tendencias climáticas coinciden en que, entre el otoño e invierno de este año, deberíamos estarle diciendo adiós a El Niño y estaríamos en transición hacia un regreso de La Niña, en la segunda mitad del 2024.

Debido a la presencia del Anticiclón del Pacífico Sur en las últimas semanas, los organismos coinciden con el panorama de los pronósticos que se observaban desde antes. El análisis de las temperaturas oceánicas de la región Niño 3.4 parece indicar esta misma tendencia.

Anomalía de temperatura superior (NWS)

En otras palabras, todo indica que el fenómeno de El Niño empezó a debilitarse. Queda responder si este debilitamiento está relacionado con el repentino cese de las lluvias intensas en nuestro país y la ola de calor que estamos viviendo. Todo indicaría que sí, pero muchas veces las señales como El Niño tardan en propagarse a nuestro territorio, por lo que debemos ser cautos en el análisis.

Anomalía de la temperatura (profundidad)

De todas formas, las imágenes son claras: La anomalía de temperaturas del océano en la región Niño 3.4 está descendiendo claramente, o dicho de otro modo, el agua se está enfriando. El SOI (Southern Oscillation Index, o Índice de Oscilación del Sur) volvió a fase positiva, un claro indicador de que estamos cerca de comenzar una transición.

Este índice mide las diferencias en la presión del aire entre el Pacífico este y el oeste, indicando así el patrón de movimiento de aire en la zona, el cual indica el acoplamiento de la atmósfera a un patrón de El Niño o La Niña. Valores positivos indican una tendencia hacia este último fenómeno.

El índice SOI actual (NWS)

Aún resta esperar, y parecería ser que febrero volverá a ser un mes mas lluvioso de acuerdo a las tendencias de pronósticos actuales. Pero algo parece ser claro: El Niño ha entrado en fase de declinación.