El jueves 20 de abril estaba programado el lanzamiento de Starship, una nave aeroespacial fabricada por SpaceX, la empresa privada de Elon Musk dedicada al transporte espacial. Se esperaba con ansias este lanzamiento debido a los planes de SpaceX de realizar viajes espaciales y habitar La Luna o Marte en el futuro. Sin embargo, la prueba duró tan solo 3 minutos y 59 segundos, ya que la nave explotó poco después del despegue y la separación de la base.

La "desintegración rápida no programada" (como fue denominada por SpaceX) ocurrió en el momento en que el propulsor Super Heavy de la nave debía separarse. En ese momento, el propulsor comenzó a girar antes de explotar. A pesar de que el cohete y la nave se convirtieron en humo tras la explosión, se escucharon gritos de emoción y aplausos en la sede de SpaceX. El hecho de que el cohete haya despegado fue considerado un buen comienzo y la empresa de Elon Musk ahora evaluará lo que salió bien y lo que salió mal para hacer mejoras en el futuro.

La nave Starship despegando (SpaceX)

Después de la explosión, Musk tuiteó: "¡Felicitaciones al equipo de SpaceX por un emocionante lanzamiento de prueba del Starship! Aprendí mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos meses". La nave Starship, con sus 120 metros de largo y una potencia que duplica la del Saturno V (la nave que llevó al hombre a la Luna), generó grandes expectativas entre la comunidad de estudiosos e intelectuales, ya que SpaceX planea utilizar una nave de estas características para eventualmente llevar humanos a Marte.

Por qué no fue un fracaso

Antes del vuelo, Elon Musk mencionó que "si el cohete se aleja lo suficiente de la plataforma de lanzamiento antes de que algo salga mal, entonces creo que lo consideraría un éxito", enfatizando en la importancia de no destruir la plataforma de lanzamiento. A pesar de la breve duración del vuelo, se obtuvieron una enorme cantidad de datos, y la plataforma ha quedado intacta.

El momento de la explosión (SpaceX)

En un comunicado previo al despegue, SpaceX afirmó que "con una prueba como esta, el éxito se mide por cuánto podemos aprender, lo que informará y mejorará la probabilidad de éxito en el futuro a medida que SpaceX avanza rápidamente en el desarrollo del Starship". A pesar de que la empresa aún no ha determinado la causa de la desintegración del cohete, indicó que los equipos "continúan revisando los datos y trabajando hacia nuestro próximo vuelo de prueba".

Es importante destacar que, a pesar de la desintegración del cohete, el lanzamiento de prueba de Starship logró alcanzar la velocidad supersónica esperada para una nave aeroespacial. Además, la estructura de la nave soportó la máxima presión aerodinámica, lo que sugiere que funcionó correctamente en ese sentido. Estos son datos valiosos para SpaceX, ya que les permitirán mejorar el diseño y las características de la nave para futuras pruebas y, eventualmente, para viajes interplanetarios.